Liceo amado, en ti confiamos,
tus nos acoges con tierno amor,
en tus talleres reina el trabajo,
fuente sublime de paz y honor.
Con tu enseñanza somos más buenos,
y nuestro canto se hace mejor
y por la patria de ideas llena
hacemos grande la profesión.
I
Al oír vibrante tañido
con que invita la alegre campana.
nuestros pechos flamean en llamas.
En las aulas se mecen las ciencias,
la cultura, el arte, el saber.
y en las almas renacen los sueños
de una bella ambición juvenil.
II
Al coger nuestras diarias labores
nos invade la fe y la alegría,
con calor juvenil de esperanza
aguardamos confiados la vida.
El estudio nos torna optimista
bajo el techo del noble plantel.
con el lema de honrar el trabajo
y cumplir el sagrado deber.
Letra: María Díaz Madrid
Música: Arturo Pino